La muerte no es más que el resultado de una vida terminada. Por muy duro que parezca, ésta puede llegar en cualquier instante; sin posibilidad remota de salvación, resurgimiento, volver a vivir, etc.
Cuando juegas una partida de ajedrez, la mayoría de las veces, no retienes todo el cuidado del mundo, y todo el detalle, para mover pieza a pieza una gran batalla. La vida es esa única partida de ajedrez donde no se puede perder ningún detalle de nada. Lo que pasa es que ocurren dos cosas: no juegas solo o sola; y no existe tal perfección extrema por la que ganar destinadamente esa partida. No obstante, a veces tenemos que afrontar que dicha partida se ha perdido; pero aún hay infinitas partidas alrededor que hay que detallar.
Por M.G.A.
Cuando juegas una partida de ajedrez, la mayoría de las veces, no retienes todo el cuidado del mundo, y todo el detalle, para mover pieza a pieza una gran batalla. La vida es esa única partida de ajedrez donde no se puede perder ningún detalle de nada. Lo que pasa es que ocurren dos cosas: no juegas solo o sola; y no existe tal perfección extrema por la que ganar destinadamente esa partida. No obstante, a veces tenemos que afrontar que dicha partida se ha perdido; pero aún hay infinitas partidas alrededor que hay que detallar.
Por M.G.A.
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